Todo empezó hace muuucho tiempo, en la barriguita de mi abuela, si allí mismo. Ella fue la que le traspasó a mi madre esa habilidad y gusto por hacer cosas con las manos.
Mi abuela era modista, la mejor. No necesitaba hacer patrones, simplemente cogía la tela, la cortaba, la cosía y te hacia un vestido o traje igual igual al de la revista. Tenía un don.
Y mi madre tiene otro gran don el punto ¡Le encanta! y aunque tarde también supo sacarle partido al asunto haciendo sus pinitos en costura. con un curso que hizo y con el que me hizo varios disfraces: de duende, de pastora, de Pato Donald y Daisy, para mi despedida de soltera, jajaja.
Y a mi también me salpicó la vena artística. Desde pequeña siempre me ha gustado pintar, hacer manualidades, montar y desmontar, todo menos estarme quieta con las manos.
Así que aquí estoy aventurandome en algo que me corre por las venas y que me apasiona.
Espero que os guste lo que hago.
Un beso.
Renata. (Borboleta)
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